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Un mapa de la zona y el avituallamiento necesario son las únicas cosas precisas para dejarnos llevar por cualquier senda que aparezca en nuestro camino. Aquí tienes sólo una pequeña muestra de lo que te puede deparar caminar por la Sierra Calderona.
El sendero europeo de gran recorrido GR-10 atraviesa la península ibérica desde el Mediterráneo hasta el Atlántico, recorriendo la Sierra Calderona y el macizo de Javalambre y Andilla por tierras valencianas. Este sendero está señalizado con en color blanco y rojo, y permite enlazar las poblaciones de Andilla, Canales-Sacañet, La Cova Santa, Gátova, Serra, Segart, Gilet y Puzol.
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El trazado por la Sierra Calderona permite realizar diferentes excursiones y travesías gracias a los refugios de montaña Tristán y Vicente Peñafort, así como las zonas de acampada del Llentiscle, Serra y Santo Espíritu. También cruza la sierra el sendero de pequeño recorrido PR-V-8 que enlaza las poblaciones de Olocau, Serra y Estivella por un bonito sendero que recorre la parte alta de la Sierra.
El GR-10 a su paso por Santo Espíritu permite llegar a Segart recorriendo el pico del Águila y la fuente del Campanero. También es posible llegar a Puzol por el pico de la Calderona y las peñas de Guaita.
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Este sendero de pequeño recorrido está señalizado con marcas amarillas y blancas, enlazando el refugio de Tristán con el G.R.10 (sendero europeo de gran recorrido).
Se trata de un sendero que parte de la Villa de Olocau y pasa por la fuente del Fraile, collado del Sentig, el aljibe del Canyarisso, collado de la Calera y collado de la Mina hasta llegar a la masía de Tristán. La masía de Tristán está gestionada por el Centro Excursionista de Valencia mediante un convenio con la Conselleria de Medio Ambiente para utilizarla como Escuela de Excursionismo y Educación Ambiental.
Desde Tristan, el sendero continua el mismo trazado que el G.R.10 hasta la fuente del Poll, desviándose aquí por el pico de la Moreria (Fuente del Berro) hasta llegar a Serra por el Barranco de la Deula. Para continuar el sendero es preciso desviarse a la altura de la fuente de Sant Josep donde coge el sendero del barranco de l'Ombria que nos acerca a la antigua hospederia de Barraix. En este punto podemos continuar por el G.R.10 hacia el Garbí y Puzol, o bajar por el antiguo camino de Beselga a la població de Estivella.
El viaje aquí propuesto comienza en el desvío que se encuentra entre las poblaciones de Serra y Náquera y que señala en dirección a la Cartuja de Porta-Coeli.
La primera parada será, pues, en la cartuja. Ésta no puede ser visitada, ya que está consagrada a la oración en silencio y soledad. Sin embargo, en alguna ocasión hemos comprobado que una respetuosa conversación con algún cartujo facilita e acceso al recinto. Eso sí, sólo podrán entrar hombres, pues las mujeres jamás cruzan el umbral.
El siguiente objetivo será conocer los montes, y en especial las alturas. Las pistas y caminos que nos lo permitirán parten junto a la cartuja. Desde allí, el trayecto comienza pronto su ascensión. La pista sólo está habilitada para bicicleta de montaña o andando. Cualquiera de estas opciones es válida y reportará gratificantes sensaciones al viajero. Tras las primeras ascensiones, encontraremos algunas bifurcaciones en los caminos. Son muchas las opciones que se presentan, y nuestra recomendación sería que el viajero fuera descubriendo por sí mismo los distintos enclaves y parajes que esconden estos montes.No obstante, existen, al memos, dos puntos de parada obligada.
Uno es el mirador de Rebalsadors, cuya panorámica es realmente sensacional. Desde allí, el viajero puede observar gran parte de la depresión del Turia y, si la claridad del día lo permite, el mar aparece, frente a la ciudad de Valencia, como una fascinante franja azul. Así mismo, si las condiciones atmosféricas son las adecuadas, se alcanzan a vislumbrar más de veinte poblaciones valencianas.
Desde la cumbre de Rebalsadors, parten otros muchos caminos; unos alcanzan cumbres cercanas y, otros, se internan en los barrancos y ramblas que surcan los montes.
Tras el regreso a Serra, el viajero aún tendrá otro camino que realizar. Se trata de alcanzar las ruinas del castillo del Alto del Pi. Si se sigue la carretera que parte de Serra en dirección a Torres-Torres, podrá apreciar a su derecha, sobre un elevado espolón rocoso, la figura inconfundible de la antigua fortaleza. Ese es nuestro destino.
A ese mismo lado de la carretera, parte una pista forestal que, tras serpentear por la ladera, alcanza la cumbre en medio de un frondoso bosque de pinos, una corta ascención permitirá alcanzar las ruinas del imponente castillo. También desde allí, los paisajes que se extienden a sus pies son magníficos y si la mente del viajero es suficientemente ágil, seguro que recurre a imaginar como debió de ser la vida de un puñado de soldados del siglo XIII en aquellas breñas.
Finalmente, cuando el viaje llega a su fin, aún queda una gratificante cita: Serra, sus calles, gentes y cultura. Las calles de la población se arremolinan alrededor de un pequeño monte. Su iglesia, el calvario, la ermita y la torre del señor de la población serán visitas obligadas. Luego, habrá que detenerse a saborear la gastronomía que se ofrece en alguno de los numerosos locales del municipio.
Si el viajero no ha podido entrar en la cartuja, deberá respetar esa condición de sus moradores. No obstante, ascenciendo la ladera de alguno de los montes cercanos, podrá disfrutar de detalladas panorámicas sobre el conjunto de edificios que forman el cenobio.
Los municipios de la Sierra Calderona (Alcublas, Bétera, Sagunto...) poseen infinidad de fuentes, parajes, monumentos, restaurantes, albergues y rincones, que nos permitirán conocer en profundidad la filosofía de la Sierra y de las gentes que la pueblan. Para muestra aquí te proponemos una visita al pueblo de Olocau, pero cualquier municipio es susceptible de ser descubierto a partir de una pequeña charla con la gente que en él vive y que sabrán indicarnos donde ir, que ver, cuando volver...
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